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ZUBI

No producir más de la cuenta y hacer prendas atemporales que duren mucho tiempo en el armario. Esta es la filosofía de una marca de ropa, bolsos y accesorios hechos a mano (ojo, esto último es importante) que nos ha robado el corazón. ¿Es la moda realmente sostenible? ¿Qué dice lo que vestimos de cómo somos? ¿Cuál es el futuro de una industria con tantos frentes abiertos? Hoy nuestras preguntas tienen dos claras protagonistas, y qué gustazo contar con ellas esta sección. Con todos ustedes: Mer y Elena de ZUBI.


¿Por qué la moda es una forma de posicionarse en el mundo?

MER: Lo de que una imagen vale más que mil palabras es una realidad apabullante. Cómo entras en un sitio, lo que llevas y cómo actúas con ello te posiciona de mil formas diferentes, lo que es una maravilla. La capacidad de jugar con el efecto que creas en otros o con el control de las situaciones alterando sólo como te vistes es casi un superpoder, jajaja. Obviamente siempre usado para el bien y para tu seguridad personal y tu trabajo, me parece una vía de autoconocimiento potentísimo y de afirmación personal.


¿Cómo se conjuga moda con sostenibilidad?

ELENA: La realidad es que la moda en sí misma, o al menos la moda que hay ahora, no es sostenible. Se crean toneladas de prendas al año que no se venden y acaban en vertederos, no hay suficiente demanda para absorber esta sobreproducción, porque venimos del mantra de los años 90-2000 de que hay que fabricar mucho para vender mucho, y de crecimientos desorbitados de esta industria. Por ello, es tan importante el papel de marcas pequeñas como ZUBI, que desde su nacimiento tenemos la idea clara en la cabeza de no producir lo que no podamos vender, de no stockar producto o componentes en exceso, de hacer prendas atemporales que duren más en tu armario huyendo de la moda rápida. Y, si el peso de estas marcas que nacemos con un mindset nuevo cada vez se hace más grande, podremos ir influyendo más en el cliente para cambiar su forma compulsiva de consumir. El papel del cliente es también fundamental, porque nada cambia si las dos partes no quieren cambiarlo.

   

¿Mayor precio es sinónimo de mayor calidad siempre?

ELENA: No necesariamente. El precio es una suma de cosas, desde el coste de los productos al marketing, equipo humano, etc. Todo esto debe cubrirse con el precio y luego está el margen a aplicar a cada producto. Los grandes players de la moda juegan con mejores márgenes al tener mayor volumen y las marcas de lujo aun mayor por su posicionamiento. Pero hay una parte que es la calidad y otra el resto de los gastos que soportar y su beneficio.


¿Existe una forma de comprar ropa de manera consciente, comprometida y responsable?

MER: Por supuesto que existe, lo que pasa es que necesita mucho trabajo previo. El momento de la compra debe ser siempre un momento de emoción, pero no podemos sólo dejarnos llevar por ella, debemos tener las ideas claras y la cabeza bien amueblada para saber si esa compra se amolda a nosotros. Hay una parte de estilo personal muy importante para no meter la pata, si algo es muy tú o no, y luego hay otra parte de uso posterior, tener claro si es una pieza de largo o corto recorrido, de tendencia o de tu fondo de armario. Teniendo esto muy claro es fácil separar lo que va a ser una gran compra y, por lo tanto, consciente, comprometida y responsable, de una que no lo es. Normalmente, cuando la compra cuenta con estos tres adjetivos hay también detrás una elección de marca alineada con tus valores, que es casi lo más importante.


¿Hacia dónde se dirige la industria de la moda

ELENA: Hacia un cataclismo en cuanto a reglas del juego, regulación, sostenibilidad, canales, clientes… estamos viviendo un cambio global muy fuerte, que ya empezó con la digitalización pero que aún tiene infinito recorrido en este ámbito, mezclado con las nuevas regulaciones en materia de sostenibilidad. Los grandes grupos tienen un gran camino por delante, aunque también cuentan con más recursos, y los pequeños lucharemos por amoldarnos a estas reglas como hacemos siempre. Y esperamos, de verdad, que haya en este cambio una vuelta a la valoración del producto y a la compra más consciente.


¿Cómo encontrar la voz de una marca: aquello que se quiere contar y/o narrar?

MER: Esto es lo más difícil siempre y necesitas, al menos en mi caso, gente externa que te de feedback. Mi extra-naturalidad va en mi contra, aunque suene raro, ya que me dejo llevar por filias y fobias muy fácilmente, y una marca necesita ser reconocible en el tiempo y no mutar sin parar. Para mí es fundamental encontrar una misión y ceñirse a ella, ser fiel, que sea tu mantra y que nunca la olvides. Esa frase será como un filtro para ti y para todos los que quieren ser su voz.


¿Qué es para ti una marca valiosa y qué cualidades debe tener?

MER: Una marca valiosa es una marca coherente en todo, eso es lo más valioso. Que cada elemento de su comunicación, su producto y sus valores estén alineados y sean tan de ella como se pueda ser. Esas marcas redondas son el santo grial. Es lo que aspiramos a ser con ZUBI y en el camino por el que nos movemos.